La infraestructura eléctrica es el conjunto de elementos que permite generar, transportar, distribuir y usar la energía eléctrica en diferentes entornos, como hogares, oficinas, industrias o comercios. Es esencial para el funcionamiento de la mayoría de las actividades diarias y productivas, ya que proporciona la energía necesaria para operar equipos, sistemas y servicios.

Incluye instalaciones como redes eléctricas, transformadores, tableros de distribución, cableado, sistemas de protección, iluminación y automatización, entre otros. Su diseño y mantenimiento adecuado garantizan un suministro eléctrico seguro, confiable y eficiente.